Una Generación de Ignorantes

Según las estadísticas, (Ver Articulo de Time Magazine) un 30 por ciento de los estudiantes de secundaria no habrán de graduarse este año. La cosa es peor con Latinos y Negros, cuyas cifras indican que alrededor del 50% dejarán la escuela antes de terminar el ciclo.
Después de tanto hablarse de “No Child Left Behind” el plan propuesto por Bush con mucho ruido pero poco presupuesto, para mejorar la educación de la juventud, los resultados, si las estadísticas son veraces, habrán de ser desastrosos para el país.
Una sociedad no puede funcionar con un tercio de la población sin la educación adecuada, especialmente en los tiempos que corren, con tanta necesidad de adaptarse a los cambios tecnológicos.
En cierta época, cuando los trabajadores de industria ganaban buenos salarios, era posible para una familia joven prosperar a pesar de que el jefe de familia no tuviera una educación completa.
Hoy el panorama es muy distinto. Los trabajos manuales han sufrido un deterioro muy grande en ingresos y las industrias están tan diversificadas al extremo de haberse exportado muchísima mano de obra a países que ofrecen mas ventaja a las industrias.
El campo de trabajos redituables está en profesiones o prácticas que demandan educación.
El fracaso del sistema educativo pone en riesgo a millones de futuras familias, con padres y madres condenados a ganar salarios magros. Esto, no solamente perjudica directamente a los jóvenes no graduados de hoy, sino también al país en general, debido a que toda la economía sufre cuando el dinero es escaso.
Ya hoy estamos siendo testigos de algunos síntomas, con propiedades a precios inalcanzables para muchos, cuando hace años era poco menos que un hecho que todo trabajador podía tener su casa propia. Otro síntoma ya arraigado es la necesidad de un doble salario, esposo y esposa, en casi todos los hogares. Lejanos están los días en que el esposo salía a ganar el sustento mientras la esposa cuidaba del hogar y de los niños. Esto es hoy una simple fantasía.
En mi opinión, si a lo que ya existe en materia de una economía en deterioro, sumamos el potencial escollo de una población cada vez más ignorante, la fórmula para una depresión económica se está gestando para los próximos cinco a diez años.