martes, marzo 28, 2006

Reforma Migratoria


Una vez más, la cuestión de la inmigración ilegal está candente en este país. Mientras el Congreso debate reformas a las anticuadas leyes migratorias, muchos se han dedicado a criticar a las personas que entran sin permiso o se quedan después de haber llegado con una visa temporaria.
Debemos recordar que el problema reside con los Estados Unidos mismos y no con los llamados ilegales, ya que somos todos, de una forma o de otra, los que alentamos esta práctica, recibiendo a extranjeros de países menos afortunados.
Las amas de casa norteamericanas están muy satisfechas de contratar ayuda con bajos salarios. Los negocios del país, incluyendo aquí en Las Vegas, hoteles y otros, toman personal al menor salario posible y muchas veces ignorando el estado legal de sus empleados. Las granjas y el campo en general están plagadas de trabajadores ilegales, la mayor parte de las veces con conocimiento pleno de sus propietarios y también los consumidores contribuyen esperando siempre precios más bajos. Muchos norteamericanos están hablando por los dos lados de la boca. Todos deberíamos saber ya que el verdadero culpable no es alguien que llega aquí sin pasar por aduanas o sin visa, somos todos nosotros.
Convertir a esta gente en criminales, como algunos proponen, sería el equivalente de dispararle al lobo después que dejamos el gallinero abierto y con un cartel que dice “Pase, Bienvenido!”