Bush y Su Canción de Una Nota Sola

La reciente procupación de una posible epidemia por la llamada “Fiebre Aviaria”, ha desatado todo tipo de discusiones acerca de cómo controlar o aminorar una catástrofe de salubridad.

Aunque no existe una razón inmediata para causar pánico, los organismos de salud en muchas partes del mundo se encuentran en alerta y con legítimas razones.

No cabe duda que el estar preparados para circunstancias extremas es algo recomendable y tener los elementos necesarios para combatir enfermedades contagiosas debe ser una prioridad.

Por otra parte, lo sugerido por Bush en cuanto al control de situaciones como esta, siempre se apoya en una sola cuestión, darle más poderes a su presidencia. No solamente estamos aún debatiendo las escasas virtudes del “Acta Patriótica” cuyos efectos pueden generar abusos ilimitados por las oficinas de seguridad gubernamentales, sino que ahora también sugiere el otorgamiento, por parte del Congreso, de facultades sumarias a su presidencia para utilizar a los militares en cuestiones de orden público interno en caso de una epidemia. En otras palabras, ley marcial.

Este presidente, notable por las estupideces que ha hecho hasta el presente en muchos aspectos, persiste en una nota sola, más poder a la presidencia. Su solución siempre está centrada en restringir las libertades individuales y enfocar todo desde la cúpula, como si sus decisiones fueran las mejores del mundo.

Aunque los militares, como cualquier otra entidad que pertenece al pueblo, deben colaborar en casos de emergencia, como lo ocurrido con el huracán Katrina por ejemplo, las directivas y organización de cualquier ayuda deben llegar de organismos locales y entidades competentes, no desde la Casa Blanca, con un individuo de pocas luces a cargo del tablero de juego.