Mara Trucha, MS13 y Otras Basuras

Algunos en Los Angeles, California, están indignados porque un ilegal, miembro de una pandilla Salvadoreña y además con antecedentes criminales, será deportado, junto a otros en su misma condición. La mujer del supuestamente ahora reformado pandillero declaró en televisión que era una injusticia, etc., etc.

En la foto se ve a uno de los tantos payasos pandilleros, en una cárcel de El Salvador. Ese es el aspecto visual, pero lo que ocurre dentro de los cerebros de estos tipos es mucho más peligroso y violento que su exterior. Drogas, muertes, robos, tráfico de personas, prostitución y una total despreocupación por el resto de la gente, son cosa de todos los días para los llamados Mara Trucha o MS13.

Algunos culpan a la sociedad alegando que quienes se suman a estas pandillas son parias con los cuales nadie quiere asociarse y, en consecuencia, formando parte de esas pandillas “han encontrado a una familia”. A esos ilusos, los llevaría a vivir en los rincones de las ciudades y obligarlos a que sean testigos de toda la mugre que estos mal vivientes pueden producir. Seguro que cambiarían de idea en solo un día.

Estos criminales importados son lo que menos se necesita en este o ningún otro país. El Salvador, Guatemala y México, que son la vía de tránsito de todos ellos, deberían ser facturados con los costos de deportación. Como están las cosas hoy, los EE.UU. pagan por el viaje de retorno y, en poco tiempo, muchos de ellos regresan por acá, no solamente para continuar con su basura habitual, sino que también traen a nuevos integrantes, con los cuales hacen negocio al pasar las fronteras.

Miles, sino millones de personas en todo el mundo están en mala situación, pobres, sin una vivienda adecuada, con escasos recursos y batallando contra desastres naturales. Sin embargo, llevan una vida digna, con la cabeza bien alta y dando sanos ejemplos de nobleza y estoicismo, sin tatuarse todo el cuerpo, ni maltratando a otros.

Los pandilleros no son más que una banda de egoístas, vagos y en la mayoría de los casos criminales, que intentan culpar a la sociedad en general por sus actos de atropello y su modo de vida. Excusas vacías. Deportación es lo mejor que les puede pasar. En otros lugares, simplemente estarían seis pies bajo tierra o matándose entre ellos mismos en cárceles oscuras y sucias.