Irak, Bush. Nuevo Librito, Mismo Plan

Me tomé el trabajo de leer el texto completo de la llamada estrategia para Irak que fuera publicado en estos días, simplemente por curiosidad, no porque esperaba algo sensacional. Y no me defraudó! El volumen está lleno de generalidades, la mayoría de ellas con auto elogios y menciones de los “logros” en el terreno, además de estadísticas que intentan presentar una imagen positiva de todo ello.

La realidad es, que un país donde las divisiones van más allá de las cuestiones relacionadas con diferencias de opinión, es claro como el agua que ninguna política digitada desde afuera puede tener éxito. Las ideas de democratización al estilo USA no son aplicables en ese lugar, como no lo son en general en el resto del mundo árabe. La diferencia de culturas entre oriente y occidente se ponen de manifiesto de una forma patética cuando el documento habla de formar instituciones de tipo occidental, planificadas con cuidado desde EE.UU., como si se tratara de un grupo inepto para decidir qué es lo que quieren dentro de su propio terreno.

El documento se parece más a las declaraciones de principios y estrategias que se formulan a nivel corporativo, sin considerar que reformar a Irak no es lo mismo que dirigir los destinos de Disneylandia.

En ningún párrafo del documento se habla de fechas y términos precisos para llegar a una conclusión de este conflicto. Mucho menos en lo referente al retiro de tropas, punto espinoso para Bush y cada vez más álgido con el pueblo de EE.UU.

Nada nuevo, sería el término más sencillo para clasificar esta publicación.

El mismo Bush, en un discurso reciente, declaró que si los militares deciden que se necesitan más tropas, enviará más, si dicen que todo debe seguir como está, la cifra no cambiará y si opinan que pueden reducir las fuerzas en ese frente, algunos soldados regresarán a casa.

Con esto, pretende pasar la pelota al Pentágono y sacarse un poco de encima la responsabilidad que le cabe directamente como Jefe de las Fuerzas Armadas. Una típica movida política, tras la cual se esconde, una vez más, la falta de liderazgo positivo de esta pobre figura que nos ha tocado como presidente.