martes, agosto 01, 2006

Contra-revolución de Opereta


Miami está de fiesta, debido a que llegaron noticias de que Fidel Castro será operado en estos días de una afección intestinal y todos los exilados están cruzando los dedos esperando que sea la ocasión que tanto desean, que se vaya de este mundo.
En caso de que esto ocurra, Raúl Castro, hermano de Fidel, sería el sucesor indicado y los anti-Castristas están apostando a que las cosas pueden cambiar a favor de ellos.
Nunca se había visto algo semejante, una contrarrevolución hecha con palabras, desde afuera y en el confort del país más avanzado del mundo.
Durante 47 años, desde que Castro llegara al poder y más tarde decidiera que no sería otro Batista, un títere de los EE.UU., una oleada de refugiados, los primeros, poderosos y afluyentes se establecieron con su dinero e influencia en la Florida.
Con el tiempo, los refugiados que se sucedieron tuvieron tintes más políticos y por fin, cualquiera que pudiera flotar hacia este lado buscando una mejor vida. Todos, especialmente los que disponían de intereses fuertes en la isla, con la esperanza de que las cosas cambiarían.
A través de los años, este grupo de patriotas exilados, como se describen a sí mismos, estuvo dedicado fervientemente a la propaganda anticatrista, utilizando sus conexiones con el gobierno de USA y a veces con medios mezcla de terrorismo y guerrilla, como los intentos de hacer volar a Castro por el aire, destrucción de aviones comerciales y otros.
Por último y después del famoso fracaso de la Bahía de Cochinos, un aborto de invasión en el que aún hoy no terminan de apuntarse con el dedo unos a otros, se afianzó la única arma que EE.UU. estaba dispuesto a ofrecerles, un bloqueo total. Así, según las cabezas pensantes, la mala economía y las necesidades impuestas al pueblo cubano, habrían de deteriorar el control que Castro ejercía en su país y, finalmente, todo regresaría a la normalidad soñada por Miami.
Cuando nada de eso se produjo, la única esperanza es la lógica desaparición del odiado enemigo por causas naturales. Parecería que quizás esta vez se les presente la ocasión de ver sus sueños realidad.
Mientras todo eso ocurrió en las últimas cuatro décadas, los contra-revolucionarios, estuvieron a salvo en un paraíso tropical como es la Florida, recibieron una buena educación, muchos se hicieron millonarios, otros, los que llegaron originalmente quintuplicaron su antigua fortuna y, en general, batallaron desde la sala de sus casas, con aire acondicionado, televisión a color y frecuentes paseos por South Beach terminando la noche en Larios con una comida mas o menos y un pasable mojito. Así cualquiera disfruta de una buena contra-revolución. Pero tengan paciencia camaradas en armas, la hora de la repartija se aproxima!