9-11 y Ahora Londres "Documentos Milagrosos"

La tragedia del 11 de Septiembre, ademas del dolor y la impotencia, ofreció curiosidades inexplicables. Una de ellas ha sido la velocidad y claridad con la cual se identificaron a los responsables. En esa ocasión, un pasaporte de los supuestos terroristas apareció entre los millones de escombros en Nueva York, después de que los edificios estaban en ruinas. Como se salvó este documento de la total destrucción es algo que escapa a toda lógica. Según las versiones, el portador de dicho pasaporte debió haber estado en uno de los aviones que precipitara la tragedia. Estos aviones prácticamente se pulverizaron e incendiaron en impacto y sin embargo, ese documento apareció entre las ruinas. Un milagro realmente.
Dias atras, en Londres, algo similar ocurrió. Según las versiones oficiales, cuatro fanáticos decidieron hacer explotar unas bombas en el subterráneo y en un omnibus. Supuestamente, al principio por lo menos, se dijo que estos explosivos fueron detonados como bombas de tiempo. Después se rectifica esto y se supone que se trata de suicidas que se inmolaron. Dos versiones una tras la otra. Cual es la correcta, si es que alguna de ellas, no lo sé.
Lo que sí sé es que una vez más aparecieron documentos que identifican a los perpretadores, milagrosamente intactos, o por lo menos lo suficientemente legibles, después que los portadores de los mismos se hicieran añicos en la ocasión.
Coincidencia?
Como es posible que en ambos casos y con tanta precisión y rapidez se pueda identificar a estos maleantes cuando en la vida de todos los dias, criminales comunes y menos sofisticados siguen sueltos por la calle?
Algunos especulan con la idea de que todo esto es planificado por personas y entidades con ambiciones de control global y, como en las películas, estos hallazgos de pistas convenientes son parte de un guión perfectamente orquestrado.
Los que tienen fé en Bush y Blair por otra parte, no quieren ni pensar que esto sea posible y que ambos están realmente embarcados en salvar el mundo de todas sus maldades.
De Blair no sé mucho, pero en Bush no tengo mucha confianza. Así que voy a asignarle a la cosa 50-50.